viernes, 22 de junio de 2012

Reto Cuerpo de Verano: Semana 8

¡¡Buenas noticas!! Vamos a saltarnos la dieta

Por fin una semana que nos resultará muy fácil de seguir. Se trata de saltarse la dieta y comer alimentos que teníamos restringidos como bollería, grasas o comer algo más de hidratos de carbono.

Nuestro cuerpo puede seguir adelante sin muchos problemas con una dieta restrictiva de hidratos, puede perfectamente vivir sin grasas saturadas y no necesita la bollería industrial. Sin embargo, nuestro cerebro no lo lleva tan bien.

El paladar nos reclama comidas ricas en grasas y azúcares, lo que se denomina comidas palatables (agradables al paladar). Los alimentos con una alta palatabilidad producen efectos considerables sobre el cerebro, actúan sobre neurotransmisores (compuestos que transmiten los impulsos nerviosos) como la dopamina. Así que nuestro cerebro nos pide su "chute" de endorfinas, sobre todo en esas situaciones donde tenemos bajos los niveles de glucosa, cuando tenemos una situación de ansiedad y sobre todo cuando nos lo muestran a la vista.

Por otra parte, en su justa medida y consumidos de forma puntual, no son apenas significativos en el organismo a nivel de nutrientes, incluso en algunos casos necesitamos algo de colesterol, glucosa  y fosfolípidos. Con el paso del tiempo y ser constante aprenderás a regularlos y no depender de ellos, el cuerpo y sobre todo nuestro cerebro terminará por no necesitarlos.

Pero por ahora conviene que algún día que te apetezca consumas un helado, una hamburguesa con patatas fritas y refresco, unas cervezas con los amigos o simplemente un bollo de chocolate. Por una parte le darán a tu cerebro su dosis de placer, pero por otra parte tu cuerpo recibirá el estimulo de que le llegan ácidos grasos, glucosa de vez en cuando, esto evitará que "salte" el mecanismo de alarma, baje nuestro metabolismo y nos pongamos en fase de reserva. También te servirá para continuar con tu restricción durante un periodo de tiempo mas largo, es preferible caer de vez en cuando en la tentación de comer algo dulce o grasiento, que un día abandonarlo todo y tener un sentimiento de culpa y frustración, recuerda que saltarse una pauta una vez cada cinco o seis días, no es apenas significativo, saltarse la pauta todo los días por la noche, si lo es.

Lo lleves bien o no, yo te recomendaría que un día te relajases y le concedas a tu cuerpo y cerebro sus deseos. Eso si, preferiblemente evita que sea en la cena, recuerda que la última comida del día debe ser como la de un mendigo.


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